Thursday, 6 September 2018

Del mar que cantaba sólo para mí

El mar es mi segundo gran amor. No hay nada que me haga sonreír más, ni me consuele más, no me responda más cuando necesito pensar en voz alta. O sí, pero ya no. El mar es lo único que he amado sin que me haga daño. Es lo único a lo que he amado sin hacerle daño.

Así pues, Yemayá reina, madre mía, terca y orgullosa como yo, y como yo capaz de dejarse la piel en el intento de ser eterna antes de rendirse, maferefún. Que se sigan abriendo las aguas de mi corazon, a pesar de los naufragios,  y que el mar esté ahí el día que me dé por morirme sin decir a dónde.

No comments:

Post a Comment

¡Habla, pueblo de Aura!