Sunday, 3 May 2015

Una ragazza mora, ma carina

—¡Y aquí estás, linda ya, tan tempranito! Te he visto venir, ¿sabes? y he estado tratando de recordar tu nombre, y no lo lograba, hasta que me vino a la mente aquella canción "Marina, Marina", ¡y entonces me acordé!

Y se ríe de buena gana, y yo con él, mientras el diminuto poodle al otro extremo de la cadena olisquea la bolsa, goloso de  pan recién horneado. Las mañanas de domingo tendrían que llenarse de estos viejitos perfumados con Old Spice, que llevan sixpence a juego con las pecas de las manos, maestros en el arte de coquetear con una muchacha.



No comments:

Post a Comment

¡Habla, pueblo de Aura!