Thursday, 5 February 2015

Pochaditie

Los basureros se miran con animadversión. Ambos pretenden tener el control absoluto sobre las bolsas que se acumulan en el pasillo -azules, recalentadas y malolientes- y sobre las propinas que ellas generan, y para conseguirlo han desatado una guerra que incluye delaciones y regañinas sordas y quejas públicas que me atribulan. Ahora están frente a mi puerta, y exigen que me decida por uno de ellos.

"Basta" — he dicho, levantando las manos. "A partir de éste momento no quiero saber nada de sus rencillas. Lleguen a un acuerdo entre ustedes y luego me cuentan. O mejor aún, dénse gusto: coja cada uno su escoba y cáiganse a escobazos. El que pierda no vendrá nunca más a recoger la basura, por debilucho. Y el que gane tampoco, por canalla y abusador."

Y cerrando la puerta en sus narices me he ido a tomar un café, sintiéndome como Sancho en Barataria y pensando en Márgara, porque al pasar por su lado me pareció que las bolsas de basura me hacían guiños.

Manzanillo, Julio, Año del Triunfo del Hipoclorito

2 comments:

  1. No sabía que con basura se pudiera hacer gloria bendita.
    ¡Felicidades!

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  2. El crédito es de aquella islita, que es mago, sombrero, conejo y trampa a la vez. Gracias mil. :)

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¡Habla, pueblo de Aura!