Thursday, 24 May 2012

Metallamantica

Noche de Oslo. Noche de ladrillos y lilas, de hierba verde y olor a carne asada, de vinos blancos y balcones pequeñitos.

Supremacía aria vestida de negro. Melenas interminables, calvas para alunizar, mediopelos democráticos. Cuarenta mil gargantas sedientas de cerveza y metal.

Una mujer muy gorda y muy ebria que se abre paso como un rinoceronte, seguida de un hombrecillo con gesto consternado.

Un nido entre dos cercas. Alguien ha pintado a mano un cartelón: "¡Atención! Vaya con cuidado. Proteja los huevos." Sonrisas de Mariana.

Mis pies, queriendo doler. Adrenalina anestesiante. Estómago y corazón vibrando al ritmo de la batería. Cosquilla inevitable -never free, never me-ah- escalando muslos arriba cuando el titiritero malévolo ríe fuerte para luego convertirse en lobo y conquistar la luna nueva.

Un mar de luces que anuncian que nada más importa. Nada excepto la tecnología, que ha cambiado aquellas llamitas adorables que una vez amaron a los escorpiones  por las pantallas desangeladas de los celulares.

Pirotecnia de altura. Helicópteros. La imagen de un hombre con un uniforme falso, arañando el momento con un ramalazo de sospecha. Y si...

Fibras rebosando contento y agresividad. Ojos ribeteados de khol muy abiertos, fijando detalles. Música adentro, material genético, imprescindible.

 Metallica-da vez más yo.

















2 comments:

  1. Leyendo tu post es como estar ahí. No soy muy metalera solo algunas cosas, pero estoy segura que valdría la pena verlos en vivo.

    PD: Vivan los huevos!!!

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    1. Que vivan!

      Y yo soy metalera de corazón, pero igual creo que me gustaría si no lo fuera. El ambiente es suficiente para levantar a un muerto.

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¡Habla, pueblo de Aura!