Thursday, 19 April 2012

Blanco

Acabo de recordar que, cuando era pequeña, solía espolvorear con talco las  almohadas de los que venían a vacacionar a casa. Me parecía que así dormirían mucho mejor, suavecitos y perfumados.

No creo que sea el caso, pero si a alguien le  debo algún ataque de asma, estornudos o algo así, mil perdones.




7 comments:

  1. Ah...eras tu! :)

    Un dulce deseo, seguro que sin maldad.

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  2. Lo hacía con la misma voluntad de agradar con que masajée los pies de una tía abuela con el perfume en crema de mi mamá. Yo siempre he sido peligrosamente buenoide. :)

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  3. Bermellón!!! Ese era el perfume en crema!!!

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  4. No, este era de Coty, y se lo había mandado a mi madre del Norte. Pecado doble, en fin.

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  5. Yo todavía le llevo Maja a mi mamá. Y Maderas de Oriente...

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  6. Ah pues, el Bermellón es la versión cubana...

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¡Habla, pueblo de Aura!