Minicuento segundo: Babá Yaga
No la ves pero ahí está: una mezcla de espuma de jabón, caprifolios y
bacterias; ha soportado muchos días buenos, y muchos días malos, de
manera que sus ojos son un abanico chino; de las arrugas le brota agua
salada, su piel se pliega como un lienzo amarillo, y a su paso las
prímulas se vuelven nomeolvides.
No comments:
Post a Comment
¡Habla, pueblo de Aura!