Si es cierto que uno termina pareciéndose a lo que ama, la culpa es de Hemingway, Marina Abramovic y King Ink, gobernando desde mi roja muñeca derecha.
Y tuya, claro.
Al totí no le va a gustar esto.
Se joroba, el totí; mis 160 centímetros tienen las múcuras limitadas.
¿Se quemó con el jarrito del café, usted?
Ah, yo. El totí, en cambio, no dice ni pío pero claro, claaaaro...
¡Habla, pueblo de Aura!
Al totí no le va a gustar esto.
ReplyDeleteSe joroba, el totí; mis 160 centímetros tienen las múcuras limitadas.
Delete¿Se quemó con el jarrito del café, usted?
ReplyDeleteAh, yo. El totí, en cambio, no dice ni pío pero claro, claaaaro...
ReplyDelete