Una melena salida de madre, toneladas de eyeliner, Dr. Martens, ríos de vino, una máquina de escribir, una mente disparando con máuser y una lengua que no conoce cercas ni vallados: eso es Caitlin Moran, feminista de las mías, de las que llevan bragas rojas en lugar de calcetines y quieren mimos después del discurso.
Leo su última novela y siento que mi alma va quedando blanquita, blanquita, como recién lavada con Fab, que da tres casas; de estos vientos se hace un martes.
Buena pinta tiene, se intuye el temperamente.
ReplyDeleteBien.
Tendrīas que escucharla, es enloquecedoramente encantadora. :)
DeleteUna vez le llamaron tio , por haber hablado de la masturbacion en las mujeres, que mejor que lo haga una mujer, no iba a ser yo, por ejemplo .
ReplyDeleteMe la imagino, muerta de risa.
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