Y resulta que San Valentín es el patrón de los enamorados, pero también de los apicultores. Y de los apestados. Y de los epilécticos.
Qué apropiado, carajo.
Me encantaría decir "¡tonterías!", pero no puedo; lo que dices es totalmente cierto. A ese grado de desidia hemos llegado después de la invación de los princesos.
Los hombres ya no regalan flores porque las mujeres ya no las aceptan, como si de un veneno alergénico se tratara.
ReplyDeleteMe encantaría decir "¡tonterías!", pero no puedo; lo que dices es totalmente cierto. A ese grado de desidia hemos llegado después de la invación de los princesos.
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