Thursday, 28 August 2014
Jazz me, please
Y es eso, exactamente, eso y no otra cosa es lo que ocurre si te levantas desnuda en la madrugada, justo cuando comienza a nevar, y te parece que has atravesado el ropero, o cuando usas medias de seda, ligeramente rosa, que insisten en no rodarse y que se adhieren a tus muslos como si hubieran nacido ahí, o cuando ves una colección de mariposas doradas y pardas, o cuando entras a una cocina verde con ventanas francesas, o cuando retoña la mejorana en el tiesto, o cuando tu melena se enrolla en un puño, o cuando suena Louis Armstrong y huele a miel y a manzanas, o cuando entras a una librería diminuta y atestada, o cuando te sientes valiente porque acabas de crecer veinte centímetros de tacón, o cuando a alguien que conoces le gusta mucho Chagall, o cuando tienes una constelación de lunares. Eso, y no otra cosa.