Tuesday, 13 May 2014

Un caballo llamado Tristeza

Es curioso ver cómo la vida avanza en círculos. Hace un siglo habían espectáculos que mostraban criaturas deformes y raras, para alborozo de la gente sádica y tristemente normal. Enanos, gigantes, hotentotes, albinos, raquíticos, gemelos, policéfalos, hisurtos, todo valía, porque todo vale cuando el corazón no alcanza.

También ahora hay fenómenos, y espectáculos para lucirlos, con la diferencia de que ya se ha perdido la sana costumbre de ser abiertamente malévolo y señalar con el dedo mientras se aguanta uno el estómago para que no estalle de risa. Ahora nos disfrazamos de altruistas antes de reirnos bajito, y aplaudimos y cantamos loas a estos tiempos políticamente correctos, civilizados, sexualmente equitativos, despiadados pero conscientes de serlo y trabajando en base a mejoras, en que una criatura con cuerpo de sílfide, nombre de peluquera de barrio y barba de pirata nos masturba el morbo. 

Lo próximo serán las ejecuciones públicas. Ejecuciones de reos bien alimentados y psiquícamente preparados para la muerte, claro, de esos que se van pataleando despacio, sin estertores audibles y sin ponerse feos, para no asustar a los niños.

2 comments:

  1. Así ha sido, es y seguirá siendo. Lo único que cambia son las formas. Un saludo, siberiana.
    Fdo: El Hombre Elefante.

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    1. Pues sí. Pero algunos circos los canta Nick Cave, y aalgunos fenómenos los doma Mommy Fortuna en su Carnaval de Medianoche; al menos podrían tocarnos esos.

      Saludos de vuelta, Jánter, con o sin John Hurt.

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