Schiele, las ilustraciones de "Había una vez", las caricaturas del Reader's Digest y aquella mágica sensación que me invadía cuando salía de la oscuridad del cine para encontrar mi ciudad recién lavada por la lluvia, olorosa a mar y a tarde. Eso veo en el trabajo de
Manuele Fior.
Lo cual es bello e instructivo, como diría mi amado
Juanito.
El gato se llama Arturo. Se le ve en la cara.
ReplyDeleteLa 2da me encanta... Me ha recordado aquellas tardes nubladas en mis tiempos de ¨Barón Rampante¨ (8 o 9 años) muy arriba en la mata de mango de mi casa, leyendo los Verne y los E. Salgari y comiendo galleticas de chocolate con forma de animalitos.. nif!
ReplyDeleteY una pila de libros esperando para ser devorados. Si, es una ilustración entrañable.
ReplyDeleteEstaba pensando que si en lugar de una mata de mangos hubieras trepado a una enredadera de frijoles mágicos la historia habría sido otra. Tulipán, Madame Hécuba, la princesa Margarita... los recuerdas?
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